lunes, 3 de febrero de 2014

Bienaventuranzas con humor

Felices los que se ríen de sí mismos, porque nunca acabará su alegría y diversión.

Bienaventurados los que no confunden un grano de arena con una montaña, porque se ahorrarán muchas preocupaciones y enfados.

Bienaventurados los que saben escuchar y callar, porque aprenderán muchas cosas nuevas.

Bienaventurados los que apreciáis una sonrisa y no ponéis mala cara ante los acontecimientos, pues caminaréis por la vertiente feliz de la vida.

Bienaventurados si sois comprensivos y hasta benévolos con los malos gestos de los demás, porque os tendrán por tontos pero ese es el precio de la caridad.

Bienaventurados si pensáis antes de actuar y oráis antes de pensar, porque os evitaréis muchos errores y tonterías.

Bienaventurados se sabéis callar y sonreír, aunque os contradigan y os molesten, porque el Evangelio ha prendido en vuestro corazón.

Y, sobre todo, bienaventurados si reconocéis en todos al Señor, porque irradiáis luz, bondad y alegría.

1 comentario:

Francisco J. Páez dijo...

Nestor, preciosa Bienaventuranzas. Ojala todos laa pusieramos en nuestras vidas.